Kilsi, Conociendo La Verdad — Donacion

Todos sabemos que el templo de Dios es el cuerpo del hombre. A Dios le ha placido habitar en el hombre. Pero no menos cierto es, que el templo necesita mantenimiento, en otros casos ser reparado, e incluso, en otros casos ser quebrantado y construido de nuevo. Por ende, Dios necesita una casa para que el alfarero, quien es su Hijo Jesús, y su Espíritu Santo, trabajen el templo donde él habita. Siendo él un Dios santo y perfecto, no debería habitar en templo quebrado o lleno de grietas.
La casa ya él la ha entregado, solo hay que amueblarla, para empezar a trabajar el templo de Dios en ella.
Ayúdanos a amueblar la casa de Dios. Dios multiplique tu generosidad.